Ratifican Prisión Preventiva a 8 Militares Por Simulacro de Fusilamiento a Jóvenes en Collipulli
La Corte de Temuco ya había confirmado la prisión preventiva para el oficial a cargo de la patrulla militar, Teniente J.A.S.C., que detuvo a los jóvenes pertenecientes a la etnia mapuche.
La Corte de Apelaciones de Temuco confirmó la medida cautelar de prisión preventiva para 8 militares, quienes se encuentran formalizados por el delito de torturas, tras detener a un grupo de 5 jóvenes y someterlos a un simulacro de fusilamiento, durante octubre de 2019, en el marco del estallido social.
Se trata de los funcionarios del Ejército Eduardo Guzmán, Sergio Sepúlveda, Matías Vallejos, Rodrigo Lepin, Carlos Montecinos, Danilo Villagra, Hermes Parra y Juan Carlos Sandoval, cuya defensa presentó una apelación ante el Tribunal de Alzada la cual fue rechazada por ésta, ratificando la prisión preventiva que había sido decretada en primera instancia por el Juzgado de Garantía de Collipulli.
Cabe señalar, que la Corte ya había confirmado la prisión preventiva para el oficial, Teniente J.A.S.C., que estaba a cargo de la patrulla que detuvo a los jóvenes.
Los hechos
De acuerdo a la Fiscalía, en horas de la noche del 13 de octubre de 2020, cinco jóvenes mapuche –tres varones y dos mujeres– concurrieron hasta el sector Los Pinos, comuna de Collipulli, lugar donde fueron abordados por una patrulla del Ejército, a cargo del teniente J.A.S.C. e integrada por otros 10 efectivos del Ejército, quienes se movilizaban en un camión militar, en horario de toque de queda.
Una vez en el lugar, los efectivos militares, actuando conjunta y coordinadamente y abusando de sus cargos, descendieron del vehículo portando armas de fuego con las que apuntaron a las víctimas, obligándolas a lanzarse al suelo con las manos en la nuca, insultándolos y maniatándolos con amarras plásticas.
Luego, los imputados procedieron a romper los vidrios y neumáticos de los dos vehículos en que se movilizaban las víctimas, propinaron golpes a los detenidos, los pisotearon e insultarlos por ser de la etnia mapuche, amenazándolos con matarlos si se movían.
Posteriormente, los militares obligaron a las víctimas a subir al camión castrense, ordenándoles a viva voz tenderse boca abajo, cargando con los pies los cuerpos de los jóvenes, a quienes trasladaron hasta un predio forestal, ubicado en un sector despoblado distante a 2,5 kilómetros, donde les ordenaron descender del camión y lanzarse al suelo. Posición donde los rociaron con un líquido, presumiblemente un acelerante, señalando uno de los soldados: “hay que quemarlos”.
Por último, estando las víctimas de espalda y maniatadas, los militares realizaron un simulacro de fusilamiento, procediendo a “pasar bala” para, finalmente, cortar las amarras plásticas de las muñecas de los jóvenes mapuches, ordenándoles no mirarlos o, de lo contrario, los matarían; en tanto, uno de los soldados les quitó los teléfonos celulares, aparatos con los que procedieron a retirarse del predio en el vehículo militar dejando abandonadas a las víctimas, tres de las cuales, los varones, resultaron con múltiples lesiones.